lunes, 30 de mayo de 2022

Ajusticiamiento del dictador Leonidas Trujillo

De los 60 balazos que recibió el Chevrolet, 7 impactaron en la anatomía de Trujillo

Rafael Leonidas Trujillo había tomado el poder en 1930. Se trataba de un poder absoluto que no admitía oposición. Los que se atrevieron a oponerse fueron encarcelados, torturados y asesinados. A menudo, sus cuerpos desaparecían y se decía que eran utilizados para alimentar a los tiburones. 

El 30 de mayo de 1961, siete individuos armados con fusiles ametrallaron el automóvil del dictador aprovechando que su hijo Rafael Ramfis Trujillo se encontraba en París, participando en la temporada de polo. 

Los cabecillas de la conspiración eran el general Juan Tomás Díaz (retirado intempestivamente del ejército el año anterior), José Román Fernández (secretario de las fuerzas armadas), Antonio De La Maza (en venganza por el asesinato de su hermano por orden de Trujillo) y el teniente Amado García, quien sirvió en la escolta personal del dictador. 

Ese día era martes, pero era los miércoles cuando el tirano acostumbraba a pasar por ese lugar, de modo que hubo cierta precipitación en la ejecución del plan. Los atacantes estaban distribuidos en tres vehículos, el primero tenía la misión de iniciar el ataque y los otros dos debían interceptar el carro de Trujillo. 

A su paso junto a los ajusticiadores comenzaron los disparos y una persecución, quedando rezagado uno de los automóviles. En pleno tiroteo, con los vehículos ya detenidos, el conspirador Pedro Livio Cedeño se dirigió al carro del dictador pero, al abrir la puerta para sacarlo, Trujillo disparó y lo alcanzó en el vientre con un tiro que lo lanzó hacia atrás.

Desde el suelo, Cedeño pudo ver como el sátrapa, a pesar de estar ya malherido, logró apearse y caminar "dando tumbos". Entonces voceó: "¡Huáscar, se va, tírale el carro encima!", y así ocurrió. Trujillo cayó al pavimento. "Este guaraguao (ave rapaz) no come más pollo", dijo Antonio de la Maza tras rematarlo de un disparo en el mentón, según la narración de Tejeda.

La Era de Trujillo' abarcó desde 1930 hasta 1961, durante la que se calcula que murieron al menos 50.000 personas por motivos políticos. El drama lo aborda muy bien el escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en su novela "La Fiesta del Chivo", que fue publicada en el año 2000.

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