domingo, 19 de junio de 2022

Combate de San Claudio en Lomas de Tapia, Pinar del Río

En Junio de 1896, el general Maceo estableció su cuartel general en las Lomas de Tapia, en la Sierra del Rosario.

En el libro de José Miró Argenter, "Crónicas de la Guerra" (La campaña de la invasión), Tomo II y III, hemos sacado algunos datos sobre uno de los célebres combates que se llevaron a cabo en 1896 en el "Las lomas de Tapia" en Pinar del Rio, lugar que fue rebautizado general Antonio Maceo como "Peladero de Tapia" y que hoy, 19 de junio, está cumpliendo su aniversario 126.

El día 22 de Octubre partió desde Baraguá, en Oriente, la columna expedicionaria del sexto ejercito al mando de Maceo con destino al occidente de la Isla. Tomaron el camino de Holguín por la margen derecha del río Cauto, vía que no era usual encontrarse con los españoles y la más breve para llegar sin obstáculos al territorio Camagüeyano. 

Composición del sexto cuerpo del ejercito libertador, al mando del general Antonio Maceo durante la invasión a occidente.

  • Comandante en jefe, el Mayor General Antonio Maceo. 
  • Jefe de Estado Mayor, el Brigadier José Miró. 
  • Jefe de Infantería, el Brigadier Quintín Bandera. 
  • Jefe de Caballería, el Brigadier Luis de Feria. 
  • Jefe de Sanidad, el Coronel Joaquín Castillo. 
  • Jefe Instructor, el Coronel Pedro Sotomayor. 
  • Auditor General, el Coronel Francisco Freixes. 
  • Jefe de despacho, el Coronel Federico Pérez Carbó. 

Distribución de armas y cuerpos Estado Mayor 25 Escolta del Cuartel General. ... 82 Escolta del Gobierno 40 Infantería 350 Caballería 810 Sanidad 20 Oficiales agregados al Estado Mayor 36 Cuerpo de vigilancia 40 Total 1.403 individuos.

No se cuentan en esta cifra los asistentes, ordenanzas, acemileros, etc., que ascendían próximamente a 300 hombres más, algunos de ellos armados, y por lo tanto, en disposición de combatir. Por otro lado se había procurado aumentar la caballería, ya que del buen empleo que se hiciera de esa arma dependía el éxito de la invasión.

En su recorrido, incluyendo el paso a través de las 17 leguas que componían la Trocha Júcaro - Morón que impedía el paso a las Villas, siguiendo hacia Fomento, Manicaragua, Mal Tiempo, Matanzas, Colón, Jovellanos, Coliseo, Calimete, la Habana, Mayabeque, Guira de Melena y Hoyo Colorado, el 8 de enero Maceo llega por fin a Pinar del Río y establece su cuartel general en las alturas de Tapia, en las faldas de la pinareña sierra del Rosario.

Es bueno señalar que en esta zona se produjeron un total de 14 combates. En uno de ellos, el ultimo del 23 de junio, Maceo visita en la Vigía a su medico y amigo el coronel Hugo Roberts, herido en uno de aquellos combates. En tanto que dos columnas españoles avanzaban al lugar, una por San Claudio y otra por Bramales y, al converger en Manuelita, desalojaron a los Cubanos posicionándose del Valle de Tapia. 

Ese día Maceo recibió una herida de importancia en una pierna, su numero 24, por lo que tuvo que ser trasladado a la finca "San José" en donde estuvo 10 días en recuperación. De hecho fue tan intensa la actividad que el propio Maceo le cambio el nombre y en vez de llamarle "Lomas de Tapia", le rebautizó con el de "Peladero de Tapia". Así lo describía Miró:

“... Los combates terminaron por cansancio de unos y otros”, y no porque algunos de los bandos beligerantes hubiera obtenido la victoria definitiva.  
A excepción del combate de San Claudio en que se pudo reunir cuatrocientos hombres, en todos los demás se aceptó el debate en condiciones tan desiguales, que hoy parece cosa fabulosa: Con doscientos hombres, con ciento cincuenta, cien, cincuenta, treinta y hasta con cuatro individuos, se defendió posiciones en Tapia y llevó muchas veces al retortero al ejército español".

No imaginaba Maceo que cuatro meses después, el 7 de diciembre, Maceo caía bajo el fuego enemigo a la altura de en su intento por cruzar la trocha. En esa muerte fue acusado su médico Máximo Zertucha como el chivato que lo entregó a Weyler. Aunque posteriormente fue exonerado de toda culpa. 

La prensa sensacionalista hablo de componenda y hasta de veneno. El mayor Antonio Serrano, mambí que había peleado en la guerra del 68, declaró a los medios que Zertucha era un "vicioso", y aunque Maceo le requirió varias veces, ya no había tiempo para sustituirlo. Y cuando Serrano se refería al vicio, lo califica de execrable perverso o infame, lo cual deja ver alguna posible atracción homosexual de Zertucha hacia Maceo.  

Lo durísimo aquí - de creer nos referimos - es que una vez constatada la muerte de Maceo, el doctor Zertucha corrió a entregarse a las fuerzas Españolas. El propio Miró Argenter le acusó de haber entregado a los Españoles objetos de valor y documentos que eran propiedad de Maceo.

Esta versión de una traición fue sustentada también hasta por el propio Tomás Estrada Palma, en un cable enviado al delegado de la revolución en París, Ramón Betances. De hecho el periódico "La Republique Cubaine" publicó un altisonante artículo diez días después de la muerte:

Maceo assassiné par les espagnols.

"La última y más asquerosa infamia del gobierno español en la guerra de Cuba, se ha consumado. El cobarde y miserable Weyler, el derrotado por Maceo en todos los combates, compró un hombre, el doctor Máximo Zertucha, para que le entregara al General Antonio Maceo, y este infame, aprovechando su puesto junto al General, ha podido llegar al logro de la traición tan negra".

El general de brigada Holguinero Ricardo Sartorio Leal, participante de las tres guerras y uno de los que vino en la invasión desde Oriente con Maceo en el regimiento Céspedes, le escribió al dipolomático Ramón Vasconcelos Maragliano, embajador cubano en París, una nota en la que que aseguraba "no perdonar nunca a los jefes insurrectos de Occidente". 

"... Hubo veces de tirotearnos la vanguardia", decía Leal muy enfadado y que por cierto, fue uno de los que participó en el rescate del cuerpo inerte de Maceo. "Yo no quiero hablar, yo no quiero hablar...! En su día la historia dirá la verdad de la muerte del General Maceo". (Todavía estamos esperando ese día general). 

Esta entrevista, a la que asistió acompañado de Antoñico, el hijo de Maceo, Maragliano la publicó en la revista Bohemia el 12 de diciembre de 1948, en un artículo titulado "Cargas al Machete". También es cierto que la tirantez existente entre el ejercito de Oriente y el de Occidente, podría ser una causante de tan grave acusación.

NOTA: 

Una vez acabada la guerra y el general Weyler jubilado y de regreso en Mallorca, en una reunión con un grupo de Cubanos afirmó haber recibido varios informes de inteligencia, en donde distintos delatores mambises le informaban de la posición exacta de Maceo y sus movimientos. 

Al respecto, Weyler dijo que pudo haberle localizado con facilidad, pero que al tratarse de un militar de tanto prestigio calificó ese acto como de infame, prefiriendo darle la oportunidad de que cayera combatiendo. Hombre, convencido sí estaba de que Maceo intentaría cruzar y por eso esperó pacientemente. 

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